After the 2011 earthquake/tsunami in Japan, Akiyoshi Taniguchi reflected on the impermanence of life, and decided to donate his collection of about 800 notable works from Japanese and American photographers. By donating the Japanese works to SFMOMA and the American works to the Museum of Modern Art Tokyo, he hopes his donation will help stimulate an international dialogue about the culture of photography. Here he recounts why he began collecting Japanese and American photography and how it relates to his life as a Buddhist priest and why he built “Kurenboh,” a special space in his temple for individuals to have intimate and meditative encounters with photographic works.
Después del terremoto / tsunami de 2011 en Japón, Akiyoshi Taniguchi reflexionó sobre la impermanencia de la vida y decidió donar su colección de unas 800 obras notables de fotógrafos japoneses y estadounidenses. Al donar las obras japonesas al SFMOMA y las obras estadounidenses al Museo de Arte Moderno de Tokio, espera que su donación ayude a estimular un diálogo internacional sobre la cultura de la fotografía. Aquí cuenta por qué comenzó a coleccionar fotografías japonesas y estadounidenses y cómo se relaciona con su vida como sacerdote budista y por qué construyó “Kurenboh”, un espacio especial en su templo para que las personas tuvieran encuentros íntimos y meditativos con obras fotográficas.
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